martes, 22 de marzo de 2011

La estimulación temprana.

La estimulación temprana.



 
    La estimulación temprana es el conjunto de medios, técnicas, y actividades con base científica y aplicada en forma sistémica y secuencial que se emplea en niños desde su nacimiento hasta los seis años, con el objetivo de desarrollar al máximo sus capacidades cognitivas, físicas y psíquicas, permite también, evitar estados no deseados en el desarrollo y ayudar a los padres, con eficacia y autonomía, en el cuidado y desarrollo del infante. (Orlando Terré, 2002).

¿Por qué recibir estimulación temprana?

Durante esta etapa se perfecciona la actividad de todos los órganos de los sentidos, en especial, los relacionados con la percepción visual y auditiva del niño, esto le permitirá reconocer y diferenciar colores, formas y sonidos. Por otro lado, lo procesos psíquicos y las actividades que se forman en el niño durante esta etapa constituyen habilidades que resultarán imprescindibles en su vida posterior.

La etapa de 0-3 años de vida del niño establece particularidades en el desarrollo:
  • Se caracteriza por su ritmo acelerado del desarrollo del organismo.
  • Interrelación entre el estado de salud, el desarrollo físico y psico-nervioso del niño.
  • Alto grado de orientación con el medio.
  • Desarrollo de estados emocionales.
  • Papel rector del adulto en el proceso del desarrollo.
La estimulación temprana busca estimular al niño de manera oportuna, el objetivo no es desarrollar niños precoces, ni adelantarlos en su desarrollo natural, sino ofrecerle una gama de experiencias que le permitirán formar las bases para la adquisición de futuros aprendizajes.
Las actividades de estimulación se enfocan en cuatro áreas: área cognitiva, motriz, lenguaje y socio-emocional.

El área cognitiva: 
Le permitirá al niño comprender, relacionar, adaptarse a nuevas situaciones, haciendo uso del pensamiento y la interacción directa con los objetos y el mundo que lo rodea.


Área Motriz: 

Esta área está relacionada con la habilidad para moverse y desplazarse, permitiendo al niño tomar contacto con el mundo. 
                                                                       
Área de lenguaje: 
Está referida a las habilidades que le permitirán al niño comunicarse con su entorno y abarca tres aspectos: La capacidad comprensiva, expresiva y gestual.

Área Socio-emocional:
Esta área incluye las experiencias afectivas y la socialización del niño, que le permitirá  estar seguro y ser capaz de relacionarse con otros de acuerdo a normas comunes.

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